Nota: iniciamos una serie de lecciones empresariales que teniamos recopiladas hace tiempo. No recordamos de dónde salieron (en algún sitio fueron encontradas), por lo que dejamos claro que no son nuestras. Sólo las distribuimos...
Un hombre se va a dar una ducha en el momento que su esposa está terminando de hacerlo. En ese preciso instante suena el timbre de la puerta. Después de algunos segundos de duda, ambos deciden que ella irá, por lo cual, se envuelve en una toalla, va, abre la puerta y se encuentra con el vecino de al lado de casa. Antes de que ella pronuncie una palabra el vecino le dice:
- Le doy 1000 euros si deja caer la toalla en el suelo.
Ella piensa unos segundos, se decide, deja caer la toalla y se queda en cueros frente al vecino que, después de unos segundos, mete la mano en el bolsillo, saca 1000 euros, se los entrega, da media vuelta y se va...
Aún confundida, cierra la puerta rápidamente, se envuelve otra vez en la toalla y vuelve al baño a secarse el pelo. Cuando llega, su marido le pregunta quién había tocado el timbre.
Aún confundida, cierra la puerta rápidamente, se envuelve otra vez en la toalla y vuelve al baño a secarse el pelo. Cuando llega, su marido le pregunta quién había tocado el timbre.
- El vecino de al lado, dice ella
- ¿Te devolvió los 1000 euros que le presté?
2 comentarios:
Ilustrativo, aparte de divertido, y lamentablemente para nosotros, cada vez más inusual en la actualidad en las empresas, y cuanto más grandes, peor.
Alguien decia que una empresa que factura 10.000 millones (de pesetas) ya no necesitaba buscar trabajo fuera... se lo (auto)creaba dentro!
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