- Señor, déme un preservativo. Mi novia me ha invitado esta noche a cenar en su casa y está que se derrite por mí, así que esta noche pretendo calmarla.
- Será mejor que me dé usted otro preservativo porque la hermana de mi novia, que es un bombón, me hace unos cruces de piernas que le veo hasta las entrañas, y como voy a ir a cenar a su casa...
- Déme uno más porque la madre de mi chica, que está de muerte la señora, cuando no está mi novia delante, me hace unas insinuaciones que... y como voy a ir a cenar a su casa esta noche...
- Señor, te damos gracias por los alimentos... bendícenos a todos...y perdónanos si en algo te hemos ofendido...
- ¡Gracias Señor!
- No sabía que fueras tan religioso...
- ¡¡Ni yo que tu padre era el farmacéutico!!
LECCIÓN: No comente los planes estratégicos de la empresa a desconocidos porque la falta de confidencialidad le puede destruir su propia organización.
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